1. Material: ¿Sisal, cartón o madera?
Los gatos prefieren texturas rugosas que les permitan afilar sus garras. El sisal es una opción duradera y eficiente, ideal para gatos activos. El cartón es económico, reciclable y atractivo para algunos felinos, aunque se desgasta rápido. La madera es resistente, pero menos atractiva para unos gatos por su suavidad 1.
2. Altura y estabilidad importan
Para hacer un buen estiramiento, el rascador debería ser tan alto como el gato en postura estirada (al menos unos 75 cm). Si el poste se mueve o tambalea, el gato lo ignorará. Una base pesada y firme es clave para que lo use con confianza 2.
3. Observa cómo rasca tu gato
Si araña muebles verticalmente, un poste alto es ideal. Si prefiere superficies horizontales (como alfombras), considera un rascador plano. Alinear el tipo de rascador con su postura habitual aumenta su eficacia 3.
4. Ubicación estratégica
Coloca el rascador cerca del lugar donde usualmente rasca o descansa, como entrada, sofá o cama. Nunca lo escondas: los gatos lo utilizan para marcar territorio y necesitan sentirlo parte de su entorno 4.
5. Mantenimiento y durabilidad
Monitorea el desgaste del material. El sisal y la madera resisten más tiempo; el cartón necesita reemplazo frecuente. Elegir rascadores con partes reemplazables te ahorra dinero y facilita el cuidado 5.
Conclusión
Elegir un buen cat scratching post no es cuestión de suerte, sino de saber qué busca tu gato: un material atractivo, un tamaño adecuado, estabilidad y ubicación estratégica. Con estos cinco factores claros, estarás un paso más cerca de proteger tus muebles… ¡y de hacerlo feliz!
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